El cuerpo habla – Revista Paula 23/05/2013
Paula 1123. Sábado 25 de mayo 2013.
Vinka Jackson, autora del libro testimonial Agua fresca en los espejos, abuso sexual infantil y resiliencia (cuatro publicaciones, desde 2007), presenta ahora su primer libro para fomentar el autocuidado en los niños. Se trata de Mi cuerpo es un regalo.
En Mi cuerpo es un regalo (Ediciones B), la sicóloga y escritora Vinka Jackson intenta acercar a los preescolares a la ética del cuidado y el autocuidado y contribuir a los buenos tratos con la infancia y la prevención del abuso. Se trata de una publicación que Marianela Frank ilustró de acuerdo al concepto gráfico de Vinka, que contiene, además, una guía para padres que apunta en una dirección: alentar a los niños a tomar conciencia de la maravilla de su cuerpo, para que aprendan a conocerlo, cuidarlo y escucharlo. Porque, dice, “el cuerpo habla todo el tiempo, en su bienestar y su malestar”.
Llega a librerías este mes, pero mucho antes Vinka lo sondeó con diversos profesionales en Chile y EE.UU., y con niños pequeños, incluida su hija Emilia, de casi cinco años.
¿Qué tan importante es enseñarles a los preescolares a conocer y escuchar su cuerpo?
Es vital. La relación con el cuerpo, nuestro “hogar primario”, es para siempre. Y en la esfera del cuidado y la prevención, este cobra especial importancia pues en los niños pequeños –que no han completado el desarrollo del lenguaje–, este puede ser la única voz que hable por ellos cuando no pueden expresar un sufrimiento o una situación traumática como el abuso sexual. Los grandes tenemos que escuchar esta “voz”: cuando habla de su malestar, y también cuando expresa sus necesidades, sus límites, sus quiero y no quiero.
¿Cómo propone el libro estimular estos valores?
Recorre con los niños sus cinco sentidos y luego viaja dentro del cuerpo, por órganos vitales como el corazón, los pulmones, el sistema excretor. Contiene una guía para padres y educadores que propone conversaciones y ejercicios útiles y muy lindos, que conectan con preferencias, afectos, recuerdos de los niños. En esta etapa, ellos están conociendo su mundo de manera muy sensorial y es potente mostrarles que todo lo que huelen, ven o sienten, es gracias a un programa maravilloso. El aprecio por el cuerpo debería empezar desde que son muy pequeños, desde el nacimiento. Acompañar a cada niño en este proceso es una forma de decirle: Te quiero. Me importas. Te cuido.
Darle voz al niño implica respetar sus negativas, algo que se asocia muchas veces a malcriar.
Debería asociarse al cuidado ético, al respeto por sus derechos, y a una herramienta de autocuidado. Necesitamos alentar sus elecciones, por supuesto, en coherencia con su salud y la crianza, y darles valor a sus negativas: desde la primera vez que un niño declina comer algo, o expresa su cansancio, o cuando no quiere saludar a alguien de una cierta forma. Los niños tienen una voz y cada vez que la escuchamos los empoderamos para el futuro y les hacemos saber que cuentan con nosotros.
Enlace al artículo en la web de Revista Paula