“La ley chilena que declaró imprescriptibles los delitos sexuales contra menores en 2019, marcó un hito al reconocer a las víctimas un derecho vital: el tiempo para enfrentar el trauma. Las violencias sexuales, con frecuencia silenciadas durantes años, exigen un espacio para comprender, procesar y hablar. El concepto de “derecho al tiempo” elaborado por Vinka Jackson surge como una forma de asegurar el respeto a procesos individuales, permitiendo la reparación y el relato ante la justicia cuando las condiciones psicológicas estén dadas, sin importar los años que hayan transcurrido. “Derecho al tiempo: trauma y ética del cuidado” es una dedicada y valiosa reflexión en la que su autora -psicóloga y sobreviviente- promueve una posibilidad de gestión reparatoria colectiva con el propósito de apoyar la reconstrucción tanto personal como comunitaria, mediante el cuidado ético y con especial atención en las nuevas generaciones”
Sugerencias y proposiciones para acompañar la lectura de niñas y niños pequeñ@s
El deseo de “Tod@s Junt@s” es invitar a niñas y niños a apreciar sus talentos y capacidades diferentes, motivarse por desarrollarlos, y a conocer sus derechos, muy especialmente, el derecho a ser cuidad@s y el derecho a educarse.
El CUIDADO y la EDUCACION son dos pilares que ayudarán a l@s niñ@s a construir, en el horizonte de los años, un proyecto de vida preferida desde el consentimiento, sus elecciones, sus convivencias con eras y lugares.
Para llegar a decidir por las propias vidas (o ser “autovalentes” como otros cachorros), los niños y niñas necesitan recorrer un camino, acompañad@s por los adultos, que les permita ir ejerciendo, de acuerdo a cada edad, progresiva autonomía. Esto es, de forma incremental, gradual, creciendo en responsabilidad y capacidad de autocuidado.
La autonomía es autocuidado y responsabilidad personal y social, participación, colaboración, en un planeta cada día más conectado, y donde es más evidente que nunca la interdependencia –entre países, personas, familias, comunidades, la humanidad y la naturaleza, en el compartir conocimientos y herramientas.
Éste libro es también un libro “sin edad” y pensado para el mundo adulto. Un espacio para quienes más gravitantes somos en las vidas de los niños: mamás y papás, docentes, y tod@s quienes formamos el círculo más cotidiano y presente del cuidado durante años de la crianza y formación. Años durante los cuales, niños y niñas crecen, van a la escuela, y se conocen y descubren a la luz de ideas, experiencias y vínculos que nutren sus vidas.
Chile, y una mayoría de países en el mundo, consideran que hasta los 18 años, a lo menos, niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir nuestra protección y apoyo incondicionales. “En cuclillas”, con los más pequeños. Caminar juntos luego, año tras año. Hasta verlos desplegarse en cielos propios y compartidos también.
La premisa principal es que tod@ niñ@, sin excepción, nace con un potencial. Talentos, intereses, gustos, capacidades, motivaciones: todo es parte de ese “potencial” que toma tiempo en desarrollarse, etapa tras etapa. Sólo pensar que el cerebro recién a los 25 años completa su maduración. Dar tiempo, honrar el tiempo de la niñez.
“Algo que puede ser”, posibilidades, empoderar: ésa es la “música” o entonación de nuestra lectura, afinada desde la confianza y fascinación ante lo que niños y niñas pueden imaginar, crear, hacer, aprender. Queremos que ellxs puedan, desde muy pequeños, comenzar a visualizar ese potencial.
Niños y niñas, todos por igual: los talentos, los sueños, no tienen género, las contribuciones a una vida o miles. Los seres humanos encarnamos una diversidad que nos enriquece y ennoblece, que nos maravilla, sorprende, y abre caminos (a veces insospechados, incluso desde aquello que se presentaba originalmente como adverso o imposible).
Para los niños y niñas, qué mensaje más portentoso, desde el inicio de sus vidas, el de la diversidad de nuestros talentos y capacidades humanas. Por ejemplo, en una palabra que es conocida para muchxs de ellxs, no existe una sino 9 tipos de inteligencia, ¡nueve! Tod@s l@s pequeñ@s tienen algo por descubrir. Para lograrlo, además de tiempo, necesitan de oportunidades y todo nuestro cuidado y apoyo.
La columna vertebral del texto la provee el cuidado ético como un imperativo adulto, y como un pilar determinante para el bienestar de tod@ niñ@ y su desarrollo pleno: cuerpo, mente, emociones, creaciones, resiliencias, responsabilidad, consentimiento, ciudadanía.
Sabemos que nuestra presencia amorosa puede hacer toda la diferencia en el destino de lxs niñxs. Ell@s necesitan saberlo también, y deben esperar nuestra entrega con la mejor disposición (recordando nosotros que si llegamos a adultos, fue también porque nos cuidaron).
Una expresión mayor del cuidado es la educación: son indivisibles. Cuidar y empoderar, proteger y habilitar, guiar y enseñar: con aprecio por la dignidad de cada human@-niñ@, y celebrando que sean partícipes y protagonistas en sus aprendizajes.
Nuestra responsabilidad en el cuidado se expresa también en el respeto y la promoción de los derechos de niños y niñas. Estos derechos son una forma de cuidar sus vidas presentes y también futuras. Siempre en “doble tiempo”. Recordando a l@s adolescentes, y a los hombres y mujeres que llegarán a ser. Lo que hagamos hoy –o dejemos de hacer-, ya está escribiendo la historia de cada niño y niña a cinco, diez, cincuenta años quizás.
Valores centrales del texto:
Inclusión plena y la celebración la diversidad; la igualdad de género, la no-discriminación, y la mutualidad en el respeto y valoración de los aportes de niños y niñas; educación donde l@s niñ@s son protagonistas de sus aprendizajes; la promoción de los buenos tratos y la colaboración; la interculturalidad y la “ciudadanía” del mundo; la integración del cuidado –a sí mismo, los demás, la naturaleza y el entorno- y de la justicia (respeto a derechos) que deben ir de la mano; la solidaridad y cariño como generación, entre niñ@s.
El libro puede ser presentado a los más pequeños como de “cuentos”, pero “reales” eso sí. Trece historias, y pudieron ser más. Quiero compartir que no pudieron ir en esta edición, historias entrañables: por ejemplo, de una niña rusa que creó una nave espacial de bajo costo, un niño que creó legos especiales para niños ciegos, y una niña autista que es una pintora maravillosa. Es mi intención compartirlas en algún momento.
A modo de relato esencial, para los niños pequeños: en las 13 historias de Tod@sJunt@s, conoceremos a niñ@s -“como tú, como ustedes”- que viven en distintos países (con sus tradiciones, idiomas, atuendos, religiones, alimentos, formas de jugar) y provienen de familias diversas.
Cada un@ tiene sus características físicas propias, sus formas diferentes de ser, sentir, aprender y hacer. Pero tod@s comparten algo en común: una idea o un sueño que querían realizar, y al menos una persona grande que les brindó todo su apoyo para que lo lograran. La maravilla y el portento en todo esto, es que mientras más adultos se comprometan con l@s niñ@s, más sueños se realizarán.
El libro, para ser compartido con la mayor cantidad de niñ@s de todas las edades, se desarrolla en un lenguaje que aunque sencillo y cercano, requiere adaptaciones y pausas que tomen en cuenta marcadores evolutivos, vocabularios en desarrollo y los tiempos más compactos de concentración de niñ@s pequeñ@s.
Para docentes y/o familias que acompañen y lean en voz alta a los más chiquitos, queremos proponer a lo menos 3 ejes desde donde abordar las distintas historias que componen “Tod@s Junt@s”: Eje del cuidado, Eje de los Talentos y Eje de los Derechos.
I. El cuidado:
Se puede enfatizar, para cada historia, el cuidado de los adultos a niños y niñas (familias, maestros, gobiernos, etc.); el cuidado mutuo entre seres humanos de distintas edades, y también, entre niños y niñas; y el cuidado del medioambiente y sus recursos, de otros seres vivos, y de nuestras comunidades humanas (el barrio, la plaza, el jardín o la escuela, la ciudad, el país, el mundo).
Les contamos a los niños que el cuidado va de la mano de la vida: su fin es sostenerla, ayudarla, darle fuerzas, en los seres humanos, y en todo ser vivo.
Alimentos, cobijo, educación, son formas de cuidar. También lo son: los buenos tratos, el respeto, el escuchar, y las palabras que elegimos cuando nos relacionamos con los demás. Y por cierto, los derechos y la responsabilidad que también irá creciendo en ell@s –niños y niñas- conforme vayan cumpliendo años, paso a paso.
Siempre que podamos, es importante volver sobre mensajes y el estímulo al autocuidado: el actuar en favor de la propia salud y bienestar, cuerpo-mente. Asimismo, en el hogar y en el aula son inmensamente valiosas las oportunidades que se van abriendo a l@s niñ@s para ensayar el cuidado: con un rincón a ordenar y embellecer, una plantita o jardín a regar, una mascota a alimentar (propia o compartida con sus compañer@s de aula).
La ética del cuidado es por encima de todo una ética de responsabilidad, así es que toda oportunidad de prodigar cuidado –y conversar sobre éste- es de tremendo valor. Y para toda esfera: escolar, deportiva, en el hogar, con los amigos, con grupos y en trabajo de equipo, con la comunidad, etc.
Cualquiera sea el eje elegido, está abierta la posibilidad de preguntar, explicar, proponer ejemplos y conversar con los niños acerca de valores fundamentales del cuidado ético que pueden reconocer en las historias, entre otros: sensibilidad, empatía, solidaridad, apoyo, respeto, compasión, no-violencia, y también la capacidad de reconocer si algo es injusto o dañino (por ejemplo, el maltrato a los animales), y de hacer algo por cambiarlo.
II. Talentos, capacidades diferentes y educación inclusiva:
Tod@s los niños y niñas son únicos y diferentes al mismo tiempo. Y tod@s tienen un potencial, talentos, y son inteligentes (podemos o no utilizar este concepto en función de si los pequeños lo conocen o preguntan). Puede ser muy enriquecedor invitar a preguntas tales como ¿qué me gusta?, ¿qué me gustaría aprender, hacer?
El jardín infantil y la escuela son lugares donde tod@s l@s niñ@s deben ser bienvenid@s y apreciad@s. Ahí pueden ser curiosos, explorar, y aprender. Es importante vincular las historias donde la escuela fue un espacio favorable y enriquecedor para l@s protagonistas de la historia.
Existen muchas y distintas formas de aprender; cada niñ@ tiene una o más. Con los niños pequeños conceptos como “necesidades educativas especiales” pueden ser más complejos de asimilar. “Capacidades diferentes” y “formas distintas de aprender” pueden resultar términos más cercanos.
En cualquier grupo quizás han observado que hay niños y niñas que aprenden mejor o más contentos, cuando pueden dibujar, otros cuando pueden escuchar una historia, o va acompañada de una canción, o bien de una “animación” o una actuación. Hay niños que necesitan más silencio, otros más recreos, más quietud o más movimiento o simplemente estar al aire libre realizando la misma actividad que habrían realizado en el aula.
Podemos vincular las formas de aprender a los sentidos, y contarles a los más pequeños –si no han tenido ya la experiencia- que hay niñ@s que son muy agudos aprendiendo desde lo que oyen y tocan, cuando por ejemplo sus ojos no ven o ven con dificultad. Los sentidos se organizan de otra forma para poder de todos modos conocer el mundo y aprender.
Y si un niño o niña usa una silla de ruedas, o muletas, o una prótesis (que reemplaza un brazo o una pierna, o ambas), puede también jugar de distintas maneras y participar de deportes y otras actividades.
Si compartimos nuestras vidas con todas nuestras diferencias, todos nos vemos beneficiados y aprendemos distintas formas de aprender y jugar. De hecho, una forma preferida y genial de aprender de los niños y niñas es jugando!
Se puede jugar con otros y también por cuenta propia, y hasta en silencio, en la imaginación. En la niñez y en toda edad, el juego es una tremenda ayuda para el cerebro -así dicen los científicos que más saben- y también lo es poder “equivocarse” y practicar algo muchas veces (esto puede vincularse a desarrollo cerebral y de la red neuronal, de forma entretenida), seguir tratando.
De cada historia se puede destacar la constancia, el no desanimarse, la experimentación de soluciones, el esfuerzo alegre (no como imposición, tedio o martirio).
Podemos explorar y aprender en muchos lugares, en el hogar, en el jardín o la escuela, junto a nuestros maestros y compañer@s. Internet es un GRAN espacio también, y se puede aprender mucho (con la guía y compañía de adultos hasta que conozcamos bien cómo funciona).
Algo muy importante: niños y niñas también pueden aprender unos de otros, compartiendo juegos, historias, dibujos, canciones, colaborando, apoyándose, participando junt@s en distintas actividades. Integrando a tod@s.
Es una gran oportunidad, y un derecho también de los niños, poder cultivar la amistad, las relaciones alegres y respetuosas entre niñ@s, tener amigos y amigas, sin restricciones (por ejemplo, la salud, aunque esté frágil, no impide la amistad ni poder compartir de distintas maneras), sin prejuicio, y sin estereotipos (juguetes, colores, personajes, son para todxs! niños y niñas), y sin omitir ni dejar fuera a nadie.
nota: Modelo Talentos/Inteligencias Múltiples: Howard Gardner, neuropsicólogo, propone una mirada polifacética de la inteligencia y/o de los talentos, sumando 9 tipos. Éstos son: Talento-Inteligencia Musical; Espacial; Corporal-Cinestésica; Naturalista; Interpersonal; Lingüística; Lógico Matemática; Intrapersonal, y Espiritual.En Chile, este modelo ha sido difundido y explicado maravillosamente por la neuróloga Dra. Amanda Céspedes (Inteligencias Múltiples desde el modelo de las neurociencias aplicadas a la educación, Revista Calpe y Abyla).
III. Derechos, responsabilidad y ciudadanía:
Explicar los derechos como formas de cuidar las vidas de los seres humanos, especialmente de los más pequeños. Se puede utilizar cada historia para enseñar sobre derechos de niñ@s y adolescentes (apoyándose en el resumen disponible en el texto) y vincular también con derechos humanos universales.
En las páginas finales del libro se encuentran una breve historia de cómo nacieron “los derechos del niño”, y un resumen, en palabras muy sencillas, de algunos derechos para ser leídos y conversados con niños y niñas pequeñxs.
Es importante recalcar, cada vez que sea posible, que todas las personas son diferentes, y todas merecen igual respeto de sus derechos y de su persona: grandes y chicos, distintas familias, personas de distintos lugares, con distintas características, con ideas y opiniones diferentes, niños y niñas, hombres y mujeres.
Las historias pueden ser abordadas desde la igualdad y el respeto mutuo entre géneros: en la educación, la colaboración, los proyectos de vida y las oportunidades que deben disfrutar niñas y niños por igual, porque amb@s tienen talentos, capacidades que les pueden permitir crear y desenvolverse en distintas áreas, oficios, profesiones, emprendimientos.
El valor del respeto a toda diversidad también está presente –por ejemplo, la diveridad sexual, integrada en dos de las historias-, existen algunos estándares sencillos a considerar:
1) resaltar toda diversidad en la vida, y cada vez que podamos: en la naturaleza, floras, faunas, colores, tantas diferencias y están por doquier! 2) resaltar la diversidad también entre seres humanos que viven en distintos continentes, culturas, geografías etc. (sus atuendos, idiomas, rutinas diarias, alimentos, juguetes, etc. ¿Cómo se visten en Alaska, donde hace mucho frío, y cómo en el desierto, o en las islas del Caribe? Por ejemplo.) 3) todxs somos diversxs, también lo son nuestros talentos, formas de sentir, de relacionarnos, de amar, de ser familia. 4) existen familias diferentes también: las hay con mamá y papá, con dos mamás, con dos papás, o una mamá solamente, o bien un papá, y también con abuelos, o hermanos mayores, etc. Todas, sí, son iguales en su misión de cuidar a los más pequeños.
Somos tod@s habitantes de la Tierra, y “ciudadan@s del mundo” (responsabilidad individual y colectiva por nuestro planeta-hogar). Hoy más que nunca, estamos conectados (gracias a la tecnología e internet). Es fantástico poder conocer de otros niños, aprender de continentes y países, y de todas las personas que viven en ell@s.
Cada historia del libro puede detenerse en el país donde transcurre, y averiguar o compartir con los niños (ojalá con mapamundi en mano, o fotografías) datos sobre su geografía, tradiciones, flora y fauna, hechos históricos, artes, etc.
Y destacando también la gran oportunidad que se nos presenta en tiempos donde se da que muchas familias y niñ@s nacen en un lugar, y luego pueden viajar y vivir en otro: por ejemplo, en Chile, donde tenemos la posibilidad de ser amig@s, aprender unos de otros, y hacer muchas cosas. Tod@s junt@s.
Relato esencial: jóvenes skaters australianos viajan a Afganistán y se dan cuenta de que a niñ@s y adolescentes les llama mucho la atención la práctica del skateboarding. Entonces deciden fundar una escuela – Skateistan- donde además de pasarlo muy bien estudiando, niñas y niños pueden practicar continuamente con sus skates en ramplas fantásticas y modernas. En ese país, debido a tradiciones muy antiguas, las niñas en general no se educan y ni siquiera podían andar en bicicleta. Lo bueno es que esas tradiciones no alcanzaron a prohibir los skates (☺). Actualmente, las niñas son magníticas skaters y más del 40% de ellas, a nivel nacional, practica ese deporte.
Relato esencial: Un niño nuevo en la escuela, en su primer día de clases, usó una polera rosada. Fue víctima de bullying por otros compañeros. Dos estudiantes un poco mayores, decidieron defenderlo: compraron con sus mesadas muchas poleras rosa y las repartieron en la escuela. Pronto, otrxs estudiantes, profesores y adultos de toda la ciudad llevaban poleras rosadas como una forma de decir NO al bullying, y sí al respeto!
Relato esencial: En una escuela de un pueblo lejano, donde la vida era muy difícil, un profesor decidió dar a sus estudiantes la posibilidad de elegir “qué querían aprender”. No había muchos materiales, un sólo computador, pero cada día el profesor y sus estudiantes investigaban y aprendían algo nuevo. Paloma no sabía que ella era un genio de las matemáticas. Con su profesor y compañerxs, descubrió su tremendo potencial…
Podría continuar dando ejemplos (y esta guía está en desarrollo, así es que irán agregándose nuevos elementos), pero creo queda la idea esbozada. No hay una sola forma de contar una historia y dependerá de cada niñ@, sus edades, intereses, y formas preferidas de recibir lo que es contado.
“Tod@s Junt@s” espero sea un espacio para encontrarse, conversar, explorar y soñar niños y niñas, o niñ@s y grandes. Celebrar y agradecer la diversidad que somos, en la tierra, en cada comunidad, tan pequeña y llena de posibilidades como el aula, y nuestros hogares. Y estimular a todos los niños y niñas a descubrir todo lo que traen con ell@s, lo que pueden llegar a ser, gracias a su curiosidad, aprendizajes, ensayo de talentos y capacidades, durante todos los años de su niñez.
Que no quede potencial dejado a su suerte. Que no se dilapiden talentos. Los niños y niñas en el libro, no sabían de lo que eran capaces hasta que los alentaron a explorar, a ir más lejos, a descubrirse.
Ojalá, también, este libro sirva de excusa para traer la mirada hacia nuestros niños, sus historias. No me puedo imaginar la cantidad de historias que no llegamos a conocer de niños de nuestros barrios, ciudades, regiones y país. En cada aula, es transformadora la permanente pregunta sobre sueños, anhelos que van cambiando, o sobre historias de algo especial o maravilloso que quieran contar niños y niñas, de vuelta de cada fin de semana, vacaciones, o cualquier día.
Si nos animamos a soñar también, qué maravilloso sería ver crecer este libro como hemos conversado con profesores y profesoras chilenas: un Tod@sjunt@s con historias de un curso, o de un colegio, o un libro de historias de niños en la Araucanía, en el Norte, en las islas de Chile. Dejar volar esa intención, y que sea.
No me queda más que agradecer vuestra concurrencia en esta lectura, que es sobre todo un “encuentro” en torno a lo posible e infinito que se despliega en la niñez, y desde nuestros actos de cuidado, estímulo y empoderamiento de niños y niñas con quienes tenemos la fortuna y honor de cruzar camino.
VJ, 2015
Agosto 2015:
Con inmensa alegría, y justo en el Mes de la Infancia 2015, les invitamos a compartir las historias de Tod@s Junt@s (y otras que serán una sorpresa) en este sitio.
A partir de hoy y en meses venideros, iremos conociendo en detalle, una a una, cada historia junto a material complementario para la lectura. La idea es que, vía online, este texto pueda ser un recurso más para el aula, y ser compartido con niñas y niños, dondequiera que se encuentren.
El libro sólo es publicado en Chile, pero si surgen preguntas o la necesidad de intercambiar información adicional, por ejemplo, desde escuelas en otros países de Latinoamérica –que puedan hacer uso de este material online-, no duden en contactarnos vía correo electrónico: contacto@box5282.temp.domains
OMAYRA TORO Y NAOMI ESTAY
Dos niñas chilenas, alentadas por su profesora de biología, llevan a cabo un proyecto en la Antártica que más adelante será reconocido internacionalmente, por su enorme contribución a la conservación de los océanos del planeta.
Con motivo del Dia Internacional de la Niña, y recordando el premio Nobel de la Paz otorgado en 2014 -histórico, por recibirlo una niña-, compartimos la historia de Malala Yousafzai: estudiante, activista, líder de la paz y por el derecho a la educación para todas las niñas y niños del mundo.
Un niñito que tenía una sola pierna soñaba con correr. Gracias al apoyo de un joven deportista muy premiado, que tenía una pierna increíble (hecha de acero y madera especiales, ligeras como el viento), el pequeño Rio pudo cumplir su sueño.
Gracias al estímulo de su profesor y de un padre amoroso, una niña pudo descubrir sus talentos, sin haber imaginado que entre ellos se contarían las matemáticas y que luego se convertiría en la alumna más destacada de su país.
La vocación de Cris es ayudar a l@s niñ@s que viven en la calle; son 250 mil en Filipinas, su país, y se estima que en el undo pueden ser unos cien millones de pequeñ@s y adolescentes en esta situación.
El libro comparte las historias de niñ@s y jóvenes de diversos países, culturas, géneros, cada uno y una con distintas necesidades y capacidades diferentes, y con sus formas particulares de soñar, crear, aprender, y llevar a cabo pequeños o grandes proyectos.
Todos estos niños, niñas y adolescentes tuvieron algo en común: una persona adulta, a lo menos, que les prodigó el mayor cuidado y apoyo. Imaginemos cuántos sueños de l@s niñ@s podrían hacerse realidad si fuéramos miles de adult@s comprometid@s con cada nueva generación.
La invitación es a inspirarnos y maravillarnos no sólo con l@s protagonistas de estas historias. Por encima de todo, el horizonte lo dibujan nuestr@s niñ@s, aquí, en nuestro propio país.
“Tod@s junt@s” puede ser leído por niñ@s de todas las edades, y acompañando a los más pequeños, en tanto aprenden a leer. En cualquier etapa (hasta los 99 años), será un libro que invite a inspirarse en reflexiones y diálogos constructivos acerca del valor de la diversidad, de la inclusión, y cómo ellas enriquecen el desarrollo y bienestar de todos los niños y niñas, y de toda la humanidad.
Guía para el autocuidado infantil de Vinka Jackson. Este libro busca convertirse en una herramienta que ayude a los niños preescolares hasta los 4 o 5 años a establecer un suelo temprano para el desarrollo del cuidado hacia sí mismos y hacia sus prójimos. Este involucra nociones básicas sobre la salud, el bienestar, el aprecio por sí mismo y los demás, los buenos tratos y la convivencia respetuosa, y la valoración de la vida, su integridad, nuestra corporalidad.
Cada concepto, dibujo y texto ha sido definido teniendo en mente las posibilidades de comprensión, lenguaje y motivación de los niños durante la primera infancia, así como las posibles conversaciones –entretenidas, interesantes, amorosas, atentas al presente y también a lo que se deja sembrado para futuras etapas del desarrollo– que los adultos podamos propiciar con los más pequeños.
Una invitación a que los niños más pequeños comiencen a conocer y conversar -alentados por nosotros, los grandes- sobre la maravilla del cuerpo humano.
El libro de Vinka Jackson, acerca del abuso sexual y su camino de sanación, nos muestra de manera prístina cómo los seres humanos podemos ser portadores de una fuerza interna irrebatible que clama por vivir. Y lo hace de una manera que creo no haber encontrado jamás en otro escrito. Este libro impresiona, maravilla, indigna, pero por sobre todo da esperanza, está lleno de ella.
El camino por el cual Vinka nos lleva no es teórico sino vivencial, y sin querer tal vez nos entrega una comprensión tan profunda de las heridas del abuso, que nos permite aprehender tanto más de lo que hayamos podido teorizar o investigar sobre sus avatares.
Es, en todo sentido, un libro existencial. En él aparecen las preguntas más esenciales a las que podemos confrontarnos en la adversidad más oscura e inimaginable. Pero es también un recorrido por el valor y la importancia de nuestro cuerpo -aquello que tenemos pero que también somos-, y cómo éste puede tomar el color de las heridas de una pesadilla o bien la luz de su posibilidad de recuperación.
El abuso sexual ocurre en el cuerpo, pero traspasa mucho más allá de él; en sentido estricto rompe lo físico, destruye lo más íntimo y alcanza a aplastar el alma: “Una invasión bárbara dentro y fuera de la casa; dentro y fuera del cuerpo. En plena identidad”. Porque ¿Cómo se construye, cómo se mantiene la noción y la certeza de quién soy si el cuerpo es transgredido, violentado, cosificado una y otra vez sin descanso ni piedad?
En sus líneas iniciales Vinka nos enseña “Conozco demasiado este cuerpo que siempre se siente como recién llegado y, sin embargo, tan familiar y predecible como si nunca me hubiese sido arrebatado”. Allí resume en pocas palabras la experiencia de haberlo perdido -o más bien de creer haberlo perdido- y su final de soberanía sobre él, el largo y valiente camino recorrido para llegar a volver a sentir propio lo más propio que tenemos.
Mientras ocurren los peores “asaltos” (aquél es el nombre con que Vinka lúcidamente logra nombrar lo innombrable), por fortuna aparecen verdaderos refugios -como el ballet siendo niña- que le permiten de alguna manera continuar manteniendo el poderío sobre sí: “En cada movimiento se atestigua una voluntad que ni sabía me pertenecía. Soy capaz de gobernarme en la danza, de estar en mí, y esto me llena de un sentimiento de poder indescriptible (…). Mi cuerpo en sintonía conmigo es un triunfo, una compensación precisa. Porque todo aquello que en días o noches pierdo a manos de mi padre, luego lo recupero bailando”.
“Este cuerpo que llevo puesto pero no me pertenece”: ¿Cuál será el momento en que realmente es posible apropiarse de lo propio? Quizás es siempre gradual, quizás es un camino que todos los seres humanos -con independencia de las particularidades de sus historias- debemos recorrer, a veces con tropiezos. Pero ese camino con el abuso se vuelve lejano, por eso es que lograrlo es en verdad un triunfo, un triunfo mayor que no todos logran conquistar. Vinka, aunque no quiera serlo (“ni víctima, ni heroína” nos dice) es un ejemplo maravilloso que emociona hasta lo más profundo.
“(…) a pesar de todas mis omisiones y descuidos -y ataques también- mi cuerpo jamás me ha abandonado y ha ido conmigo por la vida (…). No importa cuántas veces me haya sido arrebatado, cuántas veces haya sido deshecho nuestro vínculo, él nunca, NUNCA, dejó de pertenecerme”.
Agradezco haber descubierto el tesoro que es este libro, agradezco poder decirle a cualquier persona que sufre que esto existe, que sí es posible sanar las heridas, las del cuerpo y las del alma, que uno nunca se pierde realmente, aunque a veces nos sintamos perdidos. El agua fresca puede lavar los ojos y entonces permitirnos ver lo más bello que hay dentro de nosotros, aquello que nada ni nadie puede arrebatar.
Pamela Lorca Santander
Psicóloga Clínica de Adultos
Postítulo en Análisis Existencial