EDUCACIÓN en tiempos de covid19 y prácticas sensibles al TRAUMA

Desde el conocimiento científico, el cuidado ético, se pueden tener presentes algunas consideraciones y énfasis -conexión y vínculos humanos, flexibilidad, predictibilidad, aliento/empoderamiento, entre otras- , o prácticas sensibles al trauma NNA, tanto en el aula real como virtual.

Durante esta pandemia, la mayoría de los niños y niñas está teniendo clases a distancia, y en su planificación e implementación pueden sumarse estas prácticas, sin mayor dificultad ni agregando carga a docentes ni familias, (no es la idea, nos tenemos que cuidar).  Aquí compartimos algunas: 

 

Partimos de dos hechos imprescindibles de recordar:

  1. la pandemia es ya una situación anómala, de interrupción, con eventos abrumadores que pueden provocar estrés, temor, mucha incertidumbre. Entre las circunstancias o eventos que provocan trauma colectivo, están las pandemias.
  2. el factor de desigualdad que afecta a nuestro sistema educacional, se replica en la educación a distancia de diversas formas: acceso a tecnologías y conectividad (más de la mitad de los hogares en Chile no tiene internet, por ejemplo), posibilidad de apoyo adulto en actividades que lo requieran (estudiantes sin sus familias, o familias en momento de mucha fragilidad, precariedad contagios, o padres y madres que trabajan en funciones críticas y no pueden teletrabajar, y aun a aquellos con teletrabajo puede serles difícil apoyar las tele-clases), disponibilidad de tiempo de los propios niños, niñas y adolescentes que en muchos casos están apoyando en el cuidado de hermanos menores o integrantes de la familia enfermos en casa, entre otros.

El covid19 ha generado temor y ansiedad, y sabemos que las pandemias son consideradas como situaciones traumatizantes tanto en lo individual como en lo colectivo. Sin embargo, no podemos asumir de antemano lo que un niño, niña y adolescente (NNA) experimente o no como trauma en una situación determinada. El trauma es la respuesta, no la circunstancia, y cada niño, niña y adolescente responde en función de sus características, historias, contexto, apoyos disponibles, estado de salud previo, etc.

Cuidar la continuidad en lo posible, de rutinas y la educación, incluido el aprendizaje social-emocional, puede ayudar a los estudiantes durante este período, pero este criterio necesita complementarse con la consideración de factores de estrés y trauma que afectan a la población infantil y juvenil, a incluirse en la planeación de actividades escolares durante este tiempo.  No estar en la escuela tiene distintas significaciones para diversos niños y niñas.

Incluir el trauma como un lente que ayuda a cuidar/educar, es recordar, por ejemplo, que hay niños y niñas para quienes no ir a la escuela puede ser un alivio o un descanso de sufrimientos ligados a experiencias como bullying, acoso (de pares y/o adultos también), sentimientos de soledad, dificultades de aprendizaje, problemas de rendimiento, fobia escolar, entre otros.

Por otro lado, el lente del trauma para cuidar/educar, nos recuerda que para un número de niños y niñas, no ir a la escuela se vive como un estrés y un dolor por la pérdida de un espacio de refugio o pausa en vivencias traumáticas como abusos intrafamiliares -incesto, abuso sexual, físico, psicológico-, violencia intrafamiliar (VIF), entre otros.

De entre las vivencias compartidas en general, por una mayoría de estudiantes y desde los primeros días de confinamiento: la nostalgia de compañeros y profesores. Se habla de conservar el contacto con familiares y amigos, pero también la conexión humana con maestras/os es vital de mantener en el distanciamiento, y una tele-clase por sí sola, no cubre la necesidad de esa conexión. Una conversación al inicio de una sesión, sobre cómo están, cómo van, etc; tener espacio para no sólo cubrir contenidos, también para reir, para enviarse dibujos, o memes, nutrir otra linea de comunicación que es afectiva.

Si no vemos a los estudiantes a diario, una breve línea y emoji al comienzo/fin de un ejercicio puede significar mucho: “los echo de menos, los recuerdo, ¿cómo han estado?, etc.” no es sentimentalismo ni está fuera de lugar. El afecto, las muestras de aprecio, las “gracias”, el gesto de cuidado, hacen bien, e inciden además en la reducción de sentimientos de soledad e indefensión, pudiendo ayudar a muchos NNA.

Los afectos, los lazos, la solidaridad, la expresión de gratitudes, contienen emocionalmente y fortalecen resiliencias. Las actividades escolares pueden ayudar a mantener relación de NNA -y sentimientos de pertenencia- con sus pares, sus familias (por ejemplo escritura de cartas, dibujos, etc.), la tierra (la vida…aww). A veces más que “trabajos” y proyectos, una bitácora con reflexiones del día puede ser la  más útil actividad.

Trauma o no -y peor si ya existen experiencias previas o estrés postraumático-, los niños y niñas perciben el elemento impredecible de este tiempo. Junto a la conexión humana, lo predecible ayuda: subir información siempre a la misma hora, si es teleclases tener al inicio un rato para respirar , leer en voz alta uno o más niños (o cantar), contar con pequeños breaks (mejores que uno o dos largos), escuchar música unos segundos incluso en medio de la clase, para permitir un respiro a la atención.

La pérdida de control, lo “inescapable” como sensación, son algunos elementos de la experiencia traumática (abuso sexual infantil, ASI) y de su memoria también. Actividades escolares rígidas -abrumadoras en cantidad- más confinamiento actual, podrían ser gatilladores de relapso traumático, crisis de angustia-pánico, hiperalerta, funcionamiento en modo-supervivencia.

La rigidez y sobrecarga, para NNA víctimas de trauma causará más sufrimiento, mientras en la población infantil en general, pueden aumentar sensación de indefensión, agobio, estar “a merced de”, e impactar negativamente cómo experimentan y navegan este ciclo, y cómo quedará registrado en la memoria (siendo una limitación hacia adelante, vs un aprendizaje resiliente). La flexibilidad es clave.

Un pedido especial pensando en NNA víctimas de ASI (y nunca olvidemos a los sobrevivivientes adultos), la erosión -o desarrollo interrumpido- de bases para el consentimiento, hace aún más necesario y valioso que las actividades escolares atiendan a la inclusión de pequeñas elecciones -“puede ser para hoy o después, mañana”; actividad A o B, etc, e instancias de expresión de preferencias (qué te gusta más de esta materia, obra de arte,  ¿3 grupos de musica favoritos?, u otros Top3 breves sencillos de hacer, etc).

Esto es tan importante como no pueden imaginar. Tanto que hasta para convenir horas en consulta con sobrevivientes, no corre sólo la pregunta de si tienen algún horario más conveniente, sino que aun teniendo pocas alternativas, una se vale de cualquier margen para favorecer el ejercicio de elecciones que son reparadoras: ¿prefieres a las 10 o 10.15? no es igual a decir “tengo la hora de las …. o las ….”, o ¿puedes a las …? El verbo PREFERIR es el elemento que marca la diferencia.

Toda materia, toda unidad, permite margenes de elección u oportunidades para que NNA expresen preferencias -sin alterar el programa- por ejemplo bajo la forma de preguntas en esta línea: ¿si pudieras conocer a un cientifico/escritor/pintor, a quién preferirías (proponer alternativas y por qué fueron importantes)?, ¿si te pidieran elegir un color/estilo  para pintar la ciudad/escuela/sala,etc, cuál preferirías?, ¿pensando en el libro/la etapa histórica, a qué personaje preferirías como amigo, a cuál no?, etc.  Este tipo de preguntas son muy relevantes pensando en NNA que han sido víctimas ASI, pero también lo son en cualquier marco de educación que valoriza la formación para la libertad, el consentimiento y la responsabilidad, partiendo desde muy pequeños

LO CORPORAL ES FUNDAMENTAL: el cuerpo necesita estar presente todos los dias ojalá, para todo NNA, pero con mayor razón pensando en víctimas de abuso infantil (que aunque no sepamos, están en nuestras aulas) que han vivido su cuerpo como ajeno, vulnerable. Además de las actividades de ejercicio que se recomiendan para niños en casa, o las que se puedan realizar como parte de sesiones de educación física en clases online, pueden incluirse otras muy simples y breves.

El estrés y la angustia de niños que viven abusos -o el cansancio solamente de estar mucho rato sentados al computador- pueden beneficiarse de pequeñas pausas para estirar los brazos, pararse, saltar, zapatear en el suelo de donde esten, bailar un pedacito de canción (estudiantes y profesor/a, o solo estudiantes), etc.

Importante cifra a tener presente: 6/7 víctimas aproximadamente, no devela en la niñez el ASI vivido (y en Chile lo sufren entre 50 a 75 victimas cada dia). Ojalá tele-clases contemplen protocolos por si se dan develaciones y pedidos auxilio de niñxs a profes. Asimismo, para continuar educando y fortaleciendo la prevención y la posibilidad de detección temprana y develación, ayudaría mucho que no sólo asignaturas como ciencias naturales/biología, sino toda asignatura, incluya puntos, temas, diálogos en torno a la prevención de violencias, la promoción de buenos tratos, cuidado, etc.

Asimismo, es recomendable compartir memes y recursos gráficos sobre prevención de abusos en clases, mails y/o en plataformas online -donde niños y familias las verán, incluidos adultos que abusan y sabrán que hay una comunidad atenta-, junto a teléfonos de ayuda.

Más que nunca insistir y repasar con NNA medidas de autocuidado online, y recordar que en aulas virtuales corren iguales premisas que en el aula física, en relación a fotografías de estudiantes (evitar o si son necesarias, debe ser con autorización apoderados, cubiertos rostros, etc), no compartir sus trabajos sin permiso, etc.

La educación sensible al trauma es recordar también que estímulos neutrales, como un mail genérico o instrucciones para la guía equis, se pueden sentir como negativos para víctimas de abuso (¿se habrá enojado la profesora, qué hice mal?). Profesores/as son figuras muy significativas en el cuidado, si es posible, ojalá personalizar mensajes (nombre NNA) o bien agregar, como ya decía, un emoji o frase breve amable. 

Empoderar, alentar, es parte del cuidado: la pregunta acerca de qué cuida más, qué sirve más ahora, ¿cómo animar a NNA a pensar, expresar, seguir curiosos (creatividad, solución de problemas, etc)? es más necesaria y útil que nunca en este tiempo de clases a distancia. Las nuevas generaciones tienen preocupaciones, sueños -también niñxs víctimas de trauma- donde el aliento de sus profesores/as es determinante y deja huella.

Para NNA, más si ya viven situaciones traumáticas, la angustia de los adultos -en sus actos y sus dichos- en relación a distintos aspectos de la vida distinta de este tiempo (desempeño autoridades, gestión sanitaria, realidad mundial, etc), es percibida por niños y niñas, y resulta contagiosa. Pero también la calma es contagiosa, las palabras en clave de cuidado: “ahora la salud es primero, ya sortearemos qué pasa con año escolar”. 

Durante esta pandemia, las y los docentes han concurrido por sus estudiantes, de un dia para otro asumieron clases a distancia, plataformas nuevas, haciendo lo mejor por enseñar a sus alumnos y alumnas, junto al cuidado y preocupación por sus propias familias (y muchos profesores tienen además hijos/as que estudian), y papás y mamás tratamos de ir a la par, haciendo nuestro mejor esfuerzo. No sabemos qué decidirá autoridad educativa, pero lo principal es el cuidado y la salud de los niños y niñas.

Antes de terminar, a modo de resumen, Educar/Cuidar durante esta pandemia es una invitación a recordar continuamente diversidad de niños y niñas y de sus realidades, necesidades, condiciones de acceso (a tecnología/internet/tv educativa, etc, que pueden ser muy desiguales),  junto a experiencias traumáticas que pueden ser previas (ASI, VIF, cyberbullying) y que no necesariamente se interrumpen en contexto de pandemia, sino que aumentan.

La fragilidad del momento podría sumar otros eventos de estrés, violencia o trauma relacionados a contextos familiares o sociales en que viven NNA durante esta pandemia en curso. Chile ni siquiera ha atravesado el período de peak en contagios, y falta tiempo para conocer qué efectos ha tenido la actual cuarentena educativa que podría prolongarse (información sobre regresos a clases todavía es muy volátil y no definitiva).

Por último, GRACIAS TOTALES al magisterio en Chile. Las/los docentes desde el jardín infantil y hasta la enseñanza media (también la educación superior) ejercen tremenda labor, y muchos son grandes aliados -doy fe- en el apoyo a niñas, niños y adolescentes víctimas de trauma (ASI, VIF, bullying, etc). Pero nuestro sistema educacional no ha incluido, no todavía, un enfoque y prácticas sensibles al trauma de manera universal; sólo algunos establecimientos y docentes por cuenta propia, los han ido incorporando. Quizás esta crisis nos ayuda por fin a avanzar en este sentido.

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