Bienvenidos!

Gracias si están aquí, bienvenidos a la celebración de un día especial, de tijerales y bautismos.

Esta página es hija del trabajo amoroso de meses, desde latitudes tan lejanas como Helsinki en Finlandia, Nueva York y Atlanta en EEUU, luego Santiago de Chile.

Benditas sean las ligerezas de aire o hada que permite internet, y los amaneceres y crepúsculos que hemos compartido en este esfuerzo, donde mi amiga-hermana y artista en realidad, Paola Andrade ha sido determinante. No puedo darle suficientes gracias por este camino (y tantos otros). Gracias, asimismo, a otros amigos y amigas que han colaborado con sus reseñas y con contenidos que publicaremos próximamente.

Aquí hay espíritu de encuentro y reunión en torno al bienestar de la niñez y de nuestra experiencia del cuidado, y también hay espíritu de sala de conversación, lectura y de canto, de aprendizajes compartidos, de reflexión difícil también, como en torno al abuso sexual infantil, y esperanzada, desde las proposiciones del cuidado ético, el desarrollo del consentimiento (en un sentido integral: cuerpo, mente, emoción), y de la urdimbre entre afectividad y sexualidad humana, y esa trayectoria entrañable y fascinante que hacemos con los más pequeños (y junto a ellos, nosotros también crecemos), desde que nacen y en sus transiciones a adolescentes y mujeres y hombres adultos.

Este espacio está creciendo, y poco a poco compartiremos nuevos escritos en la esfera de prevención de abusos, claves del cuidado ético por ciclos de edad, contenidos que acompañan la guía que prodigamos a la nueva generación en temas como la convivencia, el buen trato, la autoestima, la sexualidad, la amistad, el desarrollo progresivo del autocuidado y el consentimiento, y la tremenda protección que significa para todo ser humano, conocer sus derechos, reconocerlos como experiencia en su hogar, comunidad, escuela, celebrarlos como quien celebra ventanas, telescopios y lentes gigantes donde los talentos, la imaginación y el aprecio por la vida se revelan más cristalinos.

Nuevamente gracias por concurrir. Nos estamos encontrando.

P.D: En el tono de lo que nos mueve y soñamos, esta melodía es la que para mí, lejos, mejor “canta” el tono del cuidado. Si éste fuera música, si sus respuestas en el cuerpo y la psiquis de los niños pudiera tener un sonido, sería éste:


Fotografía del título: Welcome